¿Quién soy?
- Pablo Palma Madrigal
- Mi vida entre lo claro y lo oscuro; entre la vida y lo que no lo es, sin llegar a ser la muerte...
Selene y las estrellas
Esa noche cayeron dos estrellas,
estaban jugando con el viento.
Las hermosas perlas del cielo
cayeron al mar y sus alas
no pudieron alzar vuelo.
Tristes al ver que no podían volar,
llamaron a su amigo el viento,
este movió el mar y las estrellas,
en vez de salir,
se hundían en las aguas
del hermoso espejo.
Al ver, el señor del aire,
que no pudo salvar a las eternas flores,
clamó al trueno,
para que con su fuerza
espantara al mar
y dejara ir a las estrellas del cielo.
Y el trueno con mucho orgullo,
bajó de su templo,
dejó caer toda su furia
y se iluminó todo el negro velo,
mas el mar no cedió
y las pobres estrellas,
más asustadas aún,
se hundían en el oscuro lecho.
Entonces, desesperado el trueno,
al mar despertó de su sueño
y suplicándole le dijo
que a las dos estrellas, bellas perlas,
las dejara nadar hasta la playa,
para que pudieran volver al cielo.
El mar, más sabio que todos,
tranquilo y sereno,
le dijo al trueno y al viento
que llamaran a la pálida mujer del cielo,
Selene,
ella vendría en su auxilio
y salvaría a la niñas de sufrir
un tormento.
De inmediato,
con voz potente y preocupada,
trueno y viento,
hicieron el llamado al manto negro.
A Selene llamaron
y la princesa blanca apareció
llenando de luz el tiempo.
El mar admirado,
dobló su hermosa imagen
e hizo de inigualable espejo.
Selene, al ver a las dos estrellas
ahogarse, voló por todos los cielos
y bajando la marea,
las tomó de la mano
y las sacó del mar espejo.
Las dos perlas abrazaron
a la linda princesa
y esta les regaló un cuento...
Una vez dormidas,
las devolvió al cielo.
Selene subió con ellas
y las vistió de hermosa seda.
Así amaneció el siguiente día
y la Aurora realizó su vuelo,
cantado cómo Selene salvó
a las dos estrellas del mar
y les contó un cuento.
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